El verte y que de tu ser, emane paz y tranquilidad. Que tus
ojos, me den la confianza que necesito, y tus labios, el amor que tanto me
faltó durante mucho tiempo, me hacen sentir completa.
El verte así, tan tranquilo y frágil, hace que mi ser, se
llene de, algo parecido al amor. Tal vez lo más cercano que sentí a eso, o
hasta acertadamente, amor mismo, puro e intenso.
El verte sentado, con tu cigarro bajo el sol, me recuerdan a
café, cigarrillos, y diarios. Me recuerdan a mañanas. Mañanas, en las que uno
despierta y se siente realizado. Siente que va a ser un buen día. Uno mejor que
el anterior. Porque ningún ayer, es mejor que un mañana. Mañana siempre es
mejor.
Cuando estás cerca, no puedo ver nada más alrededor. Mis
ojos, mi cerebro y mi ser se llenan de vos y es necesario tenerte ahí conmigo
para seguir viva (o al menos así lo siento). El alejarme, así sea por unos
instantes (más si se que es solo por unos instantes), hacen que me desespere.
Que me sienta incompleta de nuevo, y que se me forme un nudo en la garganta que
me vuelve incapaz de respirar.
Y el que te alejes por un tiempo largo e indefinido, es aún
más duro. Tengo que soportar cuando te vas, el sentimiento de que arranquen de
mí, una parte muy importante, no sé si grande en tamaño, pero sí en
sentimiento. Y se siente tan literal, que hasta pensar en eso, me hace sentir
como si tuviera un hueco en mí. Como si presionaran mi corazón tan fuerte, que
estuviera a punto de estallar.
[Tal vez hay que editarlo, darle un final, o something]
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